El Palacio Episcopal de Astorga [I]

Por: Félix Rodríguez
Astorga, Edificios 
Palacio Episcopal

Palacio Episcopal de Gaudí

Astorga es una ciudad llena de historia, desde que los romanos levantaron el campamento de su X Legión, llamada Gemina, en este punto geográfico, tan estratégico como lugar de paso, en especial del Camino de Santiago, y desde el que lograron dominar a las distintas tribus astures, galaicas y lusas del noroeste peninsular. Sede episcopal ya en el siglo X, en el XII la reina Doña Urraca levantó un palacio para la diócesis en el mismo lugar donde se encuentra el Palacio Episcopal de Astorga actual, que en realidad no es la sede del obispado astorgano, sino Museo de los Camino, en especial el de Santiago, y de exposiciones permanentes de artistas leoneses contemporáneos.

Dos son los edificios que descuellan ante los ojos del visitante en cuanto pisa la capital de la comarca maragata: la catedral y el palacio episcopal. Centrándonos en este último, lo primero que en un primer momento sorprende es averiguar que el autor de este palacio de aspecto medieval pero a la vez con algún destello de cuento infantil o fantástico es el gran pilar del modernismo catalán, Antoni Gaudí.

Efectivamente, el viajero hace bien en sorprenderse, dado que este palacio monumental es una de las únicas tres obras que el arquitecto catalán realizó fuera de Cataluña, junto con la Casa Botines, en León, y la casa de El Capricho, en Comillas (Cantabria).

Antoni Gaudí fue el diseñador del Palacio debido a que se incendió el existente en diciembre de 1886, quedando totalmente destruido, y a su amistad con el obispo de Astorga en esa época, Joan Baptista Grau, reusino como él y conocedor de su trabajo creativo. Sin embargo, cuando el obispo Grau le encargó la obra a Gaudí, este no podía desplazarse a Astorga, al estar en pleno desarrollo de otros proyectos, por lo que le solicitó al obispo que le enviase fotografías y planos del lugar, así como descripciones y dibujos detallados, lo que le permitió realizar unos planos que tenían en cuenta el entorno arquitectónico y de materiales de lo que podría ser el palacio, como, por ejemplo, la propia catedral.

CONSTRUCCIÓN ACCIDENTADA

Recibidos los planos, y aprobados por el obispo Grau, la primera piedra de lo que sería una construcción larga y llena de vicisitudes se colocó el día de San Juan de 1889. Se licitó en 168.520 pesetas de la época (1.012 euros) al contratista astorgano Policarpo Arias, aunque Gaudí envió a albañiles y artesanos que ya habían trabajado con él, a fin de que las obras respetaran estrictamente su planteamiento creativo.

Las obras se desarrollaron a buen ritmo hasta la muerte del obispo Grau, en 1893, y entonces comenzaron todo tipo de trabas en la evolución del proyecto, pues la Junta Diocesana se mostró partidaria de recortar gastos, además de plantear modificaciones que en absoluto fueron aceptadas por Gaudí, que dimitió ya que las desavenencias entre una y otro no se resolvieron.

Tras varios años en que las obras estuvieron paradas, el Palacio pasó por las manos de varios arquitectos que no lograron adelantar la obra, y finalmente terminó de construirse entre 1907 y 1915, bajo la dirección del arquitecto Ricardo García Guereta, aunque quedaron diveras obras de detalle sin concluirse, y con la ausencia de importantes aspectos del proyecto originario de Gaudí, mucho más imaginativo. En realidad, el Palacio, tal como lo conocemos hoy, se remató en los años sesenta del siglo pasado.

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